15/11/09

Let's do It quick

Willkommen señor@s una vez más a esta mi guarida. Como prometí en el anterior post, y siguiendo la racha metalera que ultimamente está tomando el blog (y eso que esto empezó como una especie de compendio parafílico surrealista xD), hoy haré una crónica del concierto de Rammstein, que sucedió, o más bien ME sucedió, NOS sucedió (uug aun tengo espasmos post-coitales) el pasado jueves.


Después de ciertos retrasos, por parte mía y también por ciertos integrantes del grupo que íbamos, llegamos al Palau Olímpic de Badalona a eso de las 4 y pico de la tarde. Nuestro plan era quemarnos los morros con los renombrados fogonazos que los chicos de Berlín tienen a bien de disparar en cada actuación, pero cuando llegamos allí ya había un auténtico muro de gente aposentada.

Por culpa de la desafortunada tardanza en la compra de mi flamante portátil (mi tessssorooooo) no había tenido ni tiempo de comer, así que decidimos aposentarnos y deglutí un menú big mac mientras pesabamos en como pasar las cuatro horas de espera que nos quedaban. Acabamos jugando a un viejo juego que hace años iniciamos en ese mismo sitio: el abecedario heavy.

En fin, las féminas que me acompañaban me dejaron solo para ir al mengitorio a eso de las 6, y a partir de ahí la gente empezó a compactarse cual tétris. Cuando los seguratas empezaron a hacer amagos de abrir las compuertas los animos empezaron a caldearse o ojos vista.

Como siempre pasa en ese recinto, el momento de dejar pasar a la gente y de comprovar las entradas se convierte en una guerra abierta. Uno recuerda instantáneamente los documentales de la 2, cuando una bandada de ñus se desplaza por los cenagales, pisoteándose, cayendo y volviendose a levantar a duras penas. Recuerdo también algún que otro grillao chillar el grito de guerra espartano de la peli de 300 mientras hacían fuerza por pasar. No me importó demasiado, pero los muy cabrones de los seguratas me mutilaron la entrada de mala manera...

¿Primera fila? Ni soñarlo. Pero el pavellón de Badalona tiene una cosa muy guai, y es la manera en como están diseñadas las gradas. Conseguimos un sitio justo delante, que estaba alzado respecto al patio, con lo cual las cabezas del irrespetable no molestaban para nada.

Y con estas peripecias llegamos al concierto propiamente dicho. Los teloneros eran un grupo de estilo psicodark (o algo así me han contado) llamado Combichrist. Básicamente eran dos tios tocando sendas baterías, otro a los teclados y un cuarto cantando. Todo muy discotequero, pero con un regustillo oscuro y trallero que no estaba nada mal.

Entonces pasamos ya a lo bueno. Rammstein irrumpió en el escenario haciendo gala de su lado más sugerente, que fue derribando el fondo negro que los separaba de sus instrumentos, en clara referencia al aniversario de la caída del Muro. Todos iban vestidos con trajes de cuero al estilo BDSM a excepción de Flake, que estaba enfundado en un mono plateado brillante con capucha. Las influencias de Liebe Ist Für Ale Da, su nuevo álbum, se empezaron a dejar ver con los tres primeros temas que sacaron: Rammlied, que con el tiempo podría convertirse en himno por derecho propio; Bückstabü y Waidmanns Heil (me encanta como empieza esta xD, parece el séptimo de caballería).

Luego siguieron con una de mis preferidas, Keine Lust, y creo que fue allí donde empecé a joderme el cuello, pero sarna con gusto no pica. Y sin dejarnos respirar siguieron con Feuer Frei, con lanzallamas y un espontáneo achicharrado incluidos.



Lo malo, o menos bueno, del concierto empezó más o menos a estas alturas. Alguno de los altavoces empezaba a hacer el tonto cuando empezó a sonar otra tanda de temas nuevos como Weisses Fleisch, Wiener Blut (con muñecas colgadas del techo que tenían mirada láser) y Frühling in Paris, donde el sonido se fue literalmente a tomar por culo. Este último tema es el más bonito del álbum, por su carácter intimista y romántico, así que la atmósfera que se intentaba crear se desvaneció, y alguien fue despedido esa noche. Los problemas siguieron un rato más, quedando un poco flojas Ich Tu Dir Weh y Liebe Ist Für Alle Da, donde al parecer el problema se solventó.



La siguiente en llegar a nuestros oidos fue Benzin. Till cogió a Flake y lo metió a la fuerza en una bañera, para acto seguido subirse a una rampa y hacerlo estallar en llamas. Pero reapareció como si nada y siguió a lo suyo, cuando aparecieron temazos como Links 2 3 4 y Du Hast.



El momento más esperado de la noche era oir tocar Pussy, y eso es lo que hicimos a continuación. Realmente me sentí afortunado de estar tan cerca, ya que Till se subió a un cañón con forma fálica y empezó a rociarnos con espuma (OMG acabo de decir que me sentí afortunado xD). Se notaba que el público la estaba esperando, porque fue de las más coreadas de la noche.

Zu Gross so, what’s the prroblem?

Nuestros teutones favoritos hicieron el saludo de "hasta luego" de rigor, y se fueron para darnos el bis. Y qué bis. La primera fue Sonne (sin palabras, simplemente espectacular), seguida por Haifisch e Ich Will. Entonces veo que un segurata acarrea una barca hinchable y me quedo a cuadros cuando la ponen enmedio del escenario y Flake se sube, dispuesto a darse una vuelta remando por encima del público mientras Seeman nos prepara para el fin de fiesta.

Y con una potentísima Engel llegamos al desenlace de uno de los conciertos más espectaculares a los que he asistido, al que solo puedo encontrarle pegas en el aspecto del sonido, que fue pésimo con ganas. Rammstein vinieron, tocaron y se fueron, sin apenas saludar o acercarse al público, pero dejándonos flipados con la escenografía y el ritmo apabullante de canciones. Me apunto al siguiente si o si ^^
Gutten Nacht!
S.

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