12/2/09

No hace falta ser chino para ser feliz

Buenas noches a todos, amantes de lo oculto (como diría frÍker Jiménez). Hoy he leído una noticia en el diario que me ha sorprendido lo suyo, y que no he podido resistirme a reseñar aquí.

Hace tan solo un día hubo una espectacular redada de la Guardia Urbana de Barcelona sobre los barrios de Sants-Monjuïc, l'Eixample, Gràcia, Horta y Sant Martí. El cuerpo compuesto por 70 agentes entró distribuido en grupos en 17 locales que compartían ciertas cosas en común: Eran regentados por chinos, ofrecían servicios de peluquería y masaje, casi ninguna trabajadora (poco hombre había masajeando aquí) tenía las licencias ni los papeles en regla, y ofrecían servicios sexuales complementarios.

Si, como leéis. Los clientes de estos locales podían ir a pagarse una sesión de una hora de masaje a 20 euros por una mujer que no tenía ni idea de masajes. ¡Pero eso si! Al terminar les mostraba sus habilidades felatorias. El Periódico no menta si eran profesionales en ese sentido.

Todo vino por protestas vecinales que se habían perpetrado durante meses. Las denuncias alegaban que en esos locales había una afluencia masiva de clientela masculina, y que sus horarios se alargaban hasta bien entrada la noche. Un dato curioso es que en esos barrios dichos establecimientos se conocen con el apodo de "Peluquerías con final feliz".
Cuando los agentes entraron en uno de ellos, pudieron encontrar a muchas inmigrantes que o bien no tenían papeles o bien presentaron documentación falsificada. Mientras, las cabinas de masaje se abrieron y salieron de ellos los clientes semidesnudos, acompañados por las masajistas, que iban en minifalda. Cuando inspeccionaron una de estas cabinas, vieron que estaba equipada tan solo con una camilla, crema y papel higiénico.

Al leer esta noticia me han venido a la mente infinidad de pelis X. Es el típico argumento que sale en la trama de cualquier película de este tipo: Hombretón musculoso acude a centro de masaje oriental, donde le atienden fogosas señoritas de ojos sesgados y ligeras de ropa. La sesión de masaje se va calentando y al final se convierte en una bacanal de toma pan y moja.
Solo que en este caso la trama vendría a ser esta: Viejo verde cascado acude a antro de prostitución camuflado de centro de masaje, donde lo atiende una sin-papeles china cuyo aliento no huele a flor de loto precisamente. La sesión de masaje le causa al señor una contractura y todo para que al final pueda desfogarse e irse a roncar junto a su esposa.

Vivir para ver.

S.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajaja diooooooos xD

No huele a loto precisamente xD!!

20€ sale a cuenta no? xD