1/7/08

El maravilloso mundo de lo que queremos ver

Hace unos días vi un curioso video en youtube sobre una de las series capitales del movimiento manga, Dragon Ball. Parecía estar hecho para una televisión por su carácter de reportaje, y por el acento de la informadora debía ser de Sudamérica. En él se decían una de sandeces por minuto que daba grima; desde decir que eran dibujos chinos hasta que su creador era un monje budhista corrompido por el diablo.

Si lo vemos de principio a fin, nos damos cuenta de lo que la incultura y el rumor pueden crear. Cualquiera sin dos dedos de frente que viese tal video, sin los oportunos comentarios que nos va haciendo el que lo colgó a la red de redes, creería que la serie de Dragon Ball es una apología al satanismo que hace una secta perdida en las montañas de China, que sus creadores son captadores de nuevos adeptos y que cada uno de los personajes son representaciones de demonios o están basados en famosos brujos orientales.

A mi se me quedaron los ojos como platos. Recordé un artículo que leí hace tiempo en la revista Minami, sobre un testimonio de unos "preocupados" padres yanquis que decían que sus hijos se habían convertido en pequeños demonios de ojos sesgados tras ver la primera película de Pokémon. Luego decían que la palabra que define a estos animalitos ("Poke" - poket, pequeño; "mon" - monster, monstruo) significaba "Cien veces más poderoso que Dios".

Paranoias a parte. Creo que algo falla en esta gente fanática que ve el rabo del diablo en donde solo hay una cultura milenaria bien distinta de la suya, y que se atreve a asegurar que Dragon Ball, en chino, viene a ser "Bestia bienvenida".

Ved vosotros mismos.

http://es.youtube.com/watch?v=Mi26brSDEcc

S.

1 comentario:

calcetinrayado dijo...

pues yo me he quedado igual que tu, flipada! O_O lo que hay que ver y escuchar....