23/7/08

Una odisea que toca a su fin

Saludos cordiales des del olvido, mis drugos. Debo llevar como tres semanas sin actualizar el blog, y por primera vez la causa no es externa a mi. Si, estaba sin internet y sin ordenador, pero lo hice voluntariamente, con el fin de quitarme de encima algo que me tenía prisionero.

Seguro que más de uno, sobretodo si me conoce en persona, ha oido hablar del WOW (World of Warcraft); un juego de rol online masivo que está causando furor en todo el planeta, con millones de jugadores enganchados las 24 horas.
Mi experiencia con este juego se remonta al verano de 2005. Corría la voz entre mis amigos de por aquel entonces que había un juego de ordenador en el que te podías hacer un personaje y jugar simultaneamente con cientos o miles de otros jugadores en un escenario inmenso ambientado en la edad media y repleto de monstruos y misiones cada vez más desafiantes. Decidimos provarlo en un server pirata a ver si nos convencía. Fue un verano realmente intenso que me atrapó de forma poderosa a ese mundo llamado Azeroth. Hacia setiembre decidimos dejar el server pirata y comprarnos el juego original y volver a empezar a subir de nivel con personajes nuevos. Desde entonces, llevando a mi brujo Zalus, descubrí nuevas y estimulantes formas de sacarle partido al WOW, y jugué ininterrumpidamente hasta noviembre de 2007, haciendo solo pausas cuando llegaban épocas de exámenes.

La pausa, que duró hasta febrero del presente año, me empezó a convencer de que había llegado a un punto que siempre acababa haciendo el mismo tipo de cosas. Mi brujo era un ente todopoderoso que ya solo necesitaba mejorar sus armas y vestimentas para tener un estatus social determinado en la comunidad. Cada nueva misión era ya un mero pasatiempo, no un desafío, los monstruos a los que tenía que enfrentarse debían ser eliminados mediante la fuerza y coordinación conjunta de un grupo de 25 aventureros, siguiendo guías sacadas de internet. El juego no era una novedad misteriosa, se había convertido en un trabajo, un empleo que requería unas determinadas horas al día. Horas que, desde este febrero, empezaban a pesarme.

Luego conocí a una persona en la que realmente me apoyé para despedirme de una vez por todas del Warcraft. Decidí apagar el ordenador unos días, entregarle mi modem, y esperar que caducara la cuenta. Esos días se han convertido en semanas, y no solo no he tenido posibilidad de reengancharme, sinó que tampoco he podido conectarme a internet.

Lo siento por Zalus y mis otros personajes. Tenía pensado un final digno para ellos antes de que acabase el verano, pero las cosas han ido así. Su odisea ha terminado ya, y pueden estar orgullosos de lo que han conseguido. Por mi parte, me alegro. Hay muchas cosas que hacer, y que me he estado perdiendo estos tres largos años. Ha llegado la hora de evolucionar.
S.

6 comentarios:

calcetinrayado dijo...

Vaya! Claro que he oido hablar de este juego, entre los frikis se habla mucho de él. Me lo mostraron una vez, pero creo que nunca pagaré por jugar a un juego online, yo jugaba al Lineage II, lo dejé en época de exámenes, quizás me reengancho en agosto. Pero es eso, cuando te dejas absorver por algo, es difícil dejarlo, aunque se puede. Lo mismo me pasó con el Ogame, pero bueno, son épocas, puedes pensar que pierdes tiempo, pero también es una forma de pasarlo.... si sabes controlarlo. Felicidades por conseguir dejar tu droga! ^^

XBlack dijo...

Bufff... suerte que lo dejaste a tiempo ;*, me alegro mucho. Ahora podrás hacer otras cosas en esos muchos ratos woweros.

Javi dijo...

Buenas!!!

Tu maestro se alegra infinitamente que hayas dejado el WOW,
Felicidades!!!!!!!!!!!!!
abrazos
-javi-

Anónimo dijo...

Felicidades maestro! Con ansias espero tu nueva novela!! Te has planteado subir 1/4 d capítulo cada semana? Estaría mu pero q mu bien!

Saludos!

Sátrapa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sátrapa dijo...

Muy buenas gente! Gracias por vuestro apoyo, soys los mejores! ^^

En lo referente a lo que dice el señor Quimera, la idea de subir la novela aquí me seduce, ya que así iría traduciéndola al castellano como quien no quiere la cosa. Pero prefiero tener acabada al menos la primera parte. Meditaré sobre ello.

Un saludo a todos!