1/6/08

La memoria en seis palabras

Hay fenómenos en Internet que son cuanto menos insólitos. El fortuito invento del Youtube ha lanzado a la fama a auténticos don-nadies tan solo por un video casero donde salen cayéndose de forma muy cómica a un río, o asustando a su hijo de tres años.

Este del que me enteré hace unos meses me ha causado buena impresión. Al saber de él me di cuenta que también hay lugar en la red para el arte cotidiano. Me explico.

La revista de Internet americana Smith propuso en 2006 un concurso a sus internautas, que escribieran en tan solo seis palabras su propia autobiografía. La idea les vino de una leyenda relacionada con Ernest Hemingway, a quien supuestamente una vez retaron a que escribiera un cuento en seis vocablos.

Lo que en principio iba a ser un concurso para pasar el rato y echarse unas risas, ha acabado siendo todo un fenómeno, y tantas fueron las microbiografías enviadas que dieron para hacer un libro. Esta edición, de las historias más memorables, llamada Not quiet what I was planning (No es exactamente lo que esperaba, título también de seis motes), se ha convertido recientemente en best-seller en América.

Para adquirirlo: http://www.amazon.com/Not-Quite-What-Was-Planning/dp/0061374059

O verlo en PDF: http://elperiodicodearagon.mynewsonline.com/pdf/index.php?screen=preview&ref=PAR20080323G033&idioma=PER

Lo realmente precioso del experimento es que los autores del libro son la mayoría personas desconocidas, esparcidas por el mundo, pero de carne y hueso como tú y como yo. Gente humana de todos los espectros y condición, pobres, ricos, optimistas, pesimistas, gente acomplejada, solitaria, familiar, con una visión peculiar de la vida… y todos con una historia insólita que contar, como por ejemplo aquel de Mamá huyó. ¡Volvió! Huyó. ¡Reconciliación! Cáncer; o el adolescente que escribió Adolescencia, internet, internet, internet, internet. Muerte. Ni que decir tiene que, como argumenta Juan Ruíz Sierra en El periódico de Aragón, este tipo de libro no se podría haber hecho de no encontrarnos en el siglo XXI, con las tecnologías y estilo de vida de ahora.

Hay tantas como se puedan imaginar, y siempre construidas con seis palabras ni más ni menos. Para mí, que escribo desde que aprendí a hacerlo, me parece un ejercicio mental impresionante. La idea de ser capaz de condensar toda tu vida, tus experiencias más trascendentes, tu “esencia” como si dijéramos, en tan poco espacio me resulta abrumadora. Lo he intentado durante semanas, dándole vueltas al tema mientras estoy en el trabajo o antes de dormirme, y solo se me ocurren paridas de alto calibre. Por extraño que parezca me es mucho más fácil escribir una narración de veinte páginas. Por eso y mucho más, aplaudo a esos valientes desconocidos que han logrado soltar al mundo un pequeño pedazo de ellos mismos, y me quedo con mi microbiografía preferida, escrita por una tal Margot Bertoni y que dice así: Mi bebé se llamaba Sydney Jane.

Buenas noches.

S.

1 comentario:

XBlack dijo...

Me ha gustado mucho, ya tengo ganas de leer el libro ese y de hacer mi propoa microbiografía.

Un besito,

Chris