Curioso souvenir del Amazonas
Esta semana me voy a permitir volver un poco a la vena parafílica (ñejñejñej...) para dar cuenta de uno de los bichos más cabrones y repugnantes de la creación (si dios realmente existe, a esta alimaña la creó cuando se tomaba el carajillo antes de descansar).Se trata del Candirú (Vandellia cirrhosa), también llamado candiro, canero, "pez vampiro"... o como comúnmente lo llaman los bañistas del río Amazonas, donde vive: "Aaaaaggnooooquitameloquitameloquitamelooooo".
La razón de por qué hago mención parafílica honorífica de este ser es por sus hábitos alimenticios, ya que se trata de un pez parásito de no más de quince centímetros que tiene por costumbre alojarse en los orificios de animales más grandes para... chuparles la sangre. De hecho, cuando se introduce en esos orificios (comúnmente el ano, la vagina o el pene), extiende unas espinas que se clavan en la carne de la víctima y conecta la circulación sanguínea de la misma a la suya propia. Pocas veces ataca a humanos (los nativos lo conocen bien, y tienen por costumbre nadar de espaldas a la corriente, con sus "orificios" tapados con las manos; a mi personalmente me faltarían manos... no sé como se las deben apañar ellos), pero cuando a alguien se le engancha esta simpática sanguijuela le es imposible deshacerse de ella, si no es mediante la cirugía. Un dato curioso del candirú es que se siente atraido por el olor del amoniaco que contiene la orina... Así que tiende a arrimarse a los órganos por donde sale esta sustancia. ¿Adorable, no? Así que ya sabéis, amantes de las prácticas sexuales raras y de los viajes exóticos, mucho cuidado donde metéis la trompa, que os puede salir con sorpresa. Hasta la semana que viene, mis drugos.S.
1 comentario:
XDXD sisi lo conocía ya jejeje pero no personalmente. O deberia decir persoanalmente? jajaja
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